viernes, 21 de octubre de 2022

Otoño 2021 – Parte 9: El atardecer sobre San Vicente de la Sonsierra

Mas que una entrada, esto debería ser un interludio, pero no quería dejarlo en el olvido, porque cuando me despedía de La Rioja en dirección al Norte y al Oeste, me encontré con este espectáculo. Es de esas veces que claudicas ante la belleza y aceptas la rendición sin condiciones, aparcas en el arcén, apagas el coche y disfrutas del espectáculo, complementado con un pueblo en una colina coronado por un castillo. Después mirando en el mapa vi que se trataba de San Vicente de la Sonsierra. En algún momento debería visitarlo, pero de momento siempre tendré el recuerdo de ese atardecer de fuego en que simplemente no pude seguir conduciendo.



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jueves, 20 de octubre de 2022

Astroturismo en Cáceres

Tumbado sobre el catamarán, en la oscuridad de la noche, mecido sobre las aguas y arropado por una manta, miraba la inmensidad de un cielo estrellado que desafiaba toda lógica y podía imaginarme perfectamente como en la antigüedad se le consideraba un libro donde leer sus leyendas. La antiguos griegos admiraba las constelaciones cada noche y en ese intento por tratar de entenderlas les dieron forma con los cuentos que ellos conocían.

Las historias que cuentan las estrellas

En esas estrellas hay drama, hay traiciones, hay amor, hay envidias, epopeyas. Por allí está Zeus, el dios de dioses, que a pesar de estar casado con Hera tuvo muchas aventuras, entre ellas una con la ninfa Calisto, fruto del cual nació Arcade. Hera, furiosa al descubrirlo, transformó a Calisto en una osa (La Osa Mayor). Ajeno a esta transformación Arcade se encontró con su madre convertida en osa y se dispuso a cazarla con un arco pero antes de que pudiera matarla Zeus intervino y le convirtió también en osa (la Osa Menor). Para que no se hicieran daño las cogió de la cola y las lanzó a los cielos, pero lo hizo con tanta fuerza que les dio de sí la cola. Hera al enterarse se enfureció aún más y habló con su hermano, Poseidón, el dios de los mares al que pidió que no permitiera nunca que las osas pudieran bañarse en las aguas celestiales… este el motivo porque el que estas dos constelaciones nunca desparecen por debajo de la línea del horizonte.. y también el motivo por el que a pesar de ser osas tienen una larga cola.

La reina Casiopea, madre de Andrómeda, se creía más bellas que las ninfas del Mar, cosa que también molestó a Poseidón, que la condenó a permanecer en los cielos, atada a una silla y además con el agravante de tener que estar la mitad del tiempo boca abajo. Por eso podemos reconocer fácilmente a Casiopea con su forma de M o de W que representa su cuerpo sentado.

El conocimiento se ha transmitido de generación en generación en ese lienzo nocturno moteado por millones de soles. Claro que al mismo tiempo que los griegos miraban al cielo también lo hacían otras culturas y obviamente veían cosas distintas. Donde los griegos veían a un cazador, con su arco y acompañado de dos perros en la constelación de Orion (reconocible por su famoso cinturón) los japoneses veían a dos hermanas subiendo por una cuerda hacia el cielo huyendo de los mordiscos de un ogro.

Otra leyenda japonesa cuenta la historia de una princesa llamada Orihime, que vivía al Este de la Vía Láctea. Era la hija del Dios del Cielo y se pasaba todo su tiempo tejiendo. Su padre, preocupado de que tamaña obsesión no le dejara tiempo para el amor decidió casarla con Hikoboshi, que vivía al Oeste de la Vía Láctea. Orihime como esposa, dejó todo, incluidos sus preciosos tejidos por su marido, cosa que no hizo mucha gracia a su padre que la hizo volver a su lado, al lado Este de la Vía Láctea. Pero les deja verse una vez al año, el séptimo día del séptimo mes y puede cruzar un puente que cruza la vía Láctea para reunirse con su amante. Un único día para los amantes desdichados. Ese puente es el que los griegos conocían como la constelación del Cisne y Orihime y Hikoboshi son nuestros Vega y Altair.

Las historias están allí, solo hay que saber mirar. Sin embargo, en la actualidad cada vez es más difícil hacerlo. Nuestro cielos cada vez están más contaminados lumínicamente y las luces artificiales que pueblan las ciudades nos las ocultan. Para disfrutar del lujo de los cielos estrellados es necesaria la oscuridad y que los ojos se adapten a ella.

Contra todo pronóstico nuestras noches son cada vez menos oscuras.

Cáceres como destino de astroturismo

Actualmente son muchos las ciudades y poblaciones que abogan por una reducción de la luz nocturna y por un uso más eficiente, como farolas que solo iluminen hacia el suelo y no desperdicien ni luz ni energía hacia los cielos. Para identificar estos sitios nacen las certificaciones starlight, santuarios donde poder disfrutar de los cielos a pesar de todo. Oasis de oscuridad en un mundo hiperiluminado. Dentro de la Península Ibérica y Europa continental uno de los mejores destinos para poder hacer este astroturismo y sentir la inmesidad del universo es la provincia de Cáceres.

A lo largo de la provincia hay varios destinos Starlight como pueden ser el Parque Nacional de Monfragüe, toda la comarca de las Hurdes o el Chorrerón de Moraleja, pero además hay muchos otros puntos recomendados como la Sierra de Gata, El Valle del Jerte, el Valle de Ambroz o Tierras de Granadilla.

Tres experiencias de Astroturismo en Cáceres

Ante tantos posibles lugares para disfrutar del cielo uno tiene muchas opciones, siendo la más sencilla de todas la de acercarse a uno de estos parajes sin contaminación lumínica y esperar a que el sol se vaya, darle algo de tiempo a los ojos a acomodarse y simplemente disfrutar del espectáculo. Sin embargo siempre hay un enriquecimiento en contar con actividades organizadas por profesionales que te ayuden a aprender y disfrutarlo aún más.

Aquí van tres ideas:

Navegar por un mar de estrellas en el embalse de Gabriel y Galán:

Quizás una de las actividades más sorprendente y que menos te puedas esperar en una salida de astroturismo, porque se realiza en un barco sobre las aguas del embalse de Gabriel y Galán. De la mano de la empresa Panthos, la actividad comienza al atardecer adentrándose en las aguas del embalse para despedir al día. Después en el centro del embalse sin ningún impedimento visual con toda (pero toda toda) la cúpula visual para disfrutar, te descubren las constelaciones y sus estrellas, mientras viajas en el tiempo y conoces como a lo largo y ancho del mundo se sentían cuando miraban hacia el infinito.

Más info: Panthos

El Chorrerón de Moraleja con Ad Astra:

El Chorrerón está declarado como paraje Starlight, por lo que es uno de los mejores lugares de Cáceres para ver estrellas. Además tiene el extra, si quieres de verlo con el sonido de la cascada del río Árrago. De cualquier manera lo bueno es verlo con los cracks de Ad Astrá Hervás y sus telescopios, que son una enciclopedia de cielos nocturnos y galaxias. Son un encanto y además de preparar la actividad con mimo y con cariño, disponen de sillas y bebidas calientes para disfrutar de la noche sin tentación de dejar la actividad a medias si llega el frío.

Más info: Ad Astra Hervás


Observación de estrellas en las Hurdes con Aossa Extremadura:

Acercarte a las Hurdes es un acierto si o si, porque toda la comarca (si, toda) es un destino starlight, así que si lo combinas con parajes como el Meandro del Melero tienes un entorno espectacular. Esta vez contamos con la ayuda del astrónomo de Aossa Extremadura, que con ayuda de su telescopio nos mostró estrellas y planetas como Jupiter o Saturno.

Más info: Aossa Extremadura



Consejos para hacer astroturismo

  • Busca fechas con luna nueva, donde mejor y más tiempo podrás ver el cielo nocturno sin que la luz de la luna te impida ver las estrellas.
  • Lleva ropa de abrigo, porque las noches pueden ser largas y frías, además es una actividad maravillosa pero no hay mucho movimiento, asi que abrigate bien. Si vas por tu cuenta acuerdate de llevar un termo con algo de bebida calentita. Ya me lo agradaceréis.
  • Contente de usar el móvil y evita otras fuentes de luz. Para poder ver bien las estrellas necesitaras unos minutos a que tus ojos se vayan acostumbrando a la oscuridad, pero una linterna o un móvil encendido con el brillo a tope hará que tengas que volver a empezar. Disfruta de la noche y deja que los ojos se adapten. Descubrirás un mundo maravilloso.
    Si necesitas utilizar algo de luz utiliza linternas o frontales con luz roja, es mucho menos agresiva y no hará que pierdas la adaptación del ojo.


Como complementar tu viaje de Astroturismo por Cáceres

No solo de cielos estrellados presume Cáceres, así que si te acercas a las provincia entre noche y noche tienes un montón de planes, de paisajes, de pueblos y de entornos naturales que visitar.

Algunas ideas:

Meandro del Melero en Las Hurdes

El Meandro de Melero es una espectacular formación natural que forma el río Alagón entre Cáceres y Salamanca. Si además, vas en los meses de Septiembre y Octubre puedes ver desde el mirado a los ciervos y escucharlos en plena berrea.

Recorrer el Cerezal por el Valle de los Tejos

Este espectacular paraje natural en las Hurdes permite hacer algunas rutas por senderos atravesando bosques de cuentos de hadas en busca de Tejos. En Cáceres quedan alrededor de 200 ejemplares de este arbol rodeado de leyendas y en este valle puedes encontrate con más de 50. Así que ya sabes… a darte un buen paseo y a la caza del Tejo.


Visitar San Martín de Trevejo

¿Como vas a perderte el pasear por uno de los pueblos más bonitos de España? Situado en la Sierra de Gata, ademas de su plaza con campanario es una delicia pasear por sus callecitas llenas de plantas y macetas.



Visitar Hervás

Situado en el Valle de Ambroz, este tranquilo y bello pueblo lleno de encanto posee un precioso barrio judío lleno de callejuelas y plantas, un precioso río atravesado por un puente de piedra y unas estupendas vistas desde su Iglesia de Santa María de Aguas Vivas, situada en lo alto del pueblo. Ah, y también tienes la que clama ser la calle más estrecha de España, en la Travesía de Morón, que llega a estrecharse hasta los 50 cm.



Visitar Granadillla

Granadilla es una villa Medieval que fue abandonadose cuando en 1955 se expropiaron gran parte de las tierras que la rodeaban debido a la construcción del Embalse de Gabriel y Galán. Aunque Granadilla nunca quedó sumerjida bajo las aguas al anegarse sus tierras sus habitantes se quedaron sin fuente de sustento y se fueron marchando hasta dejarla abandonada en 1964. Actualmente está en proceso de rehabilitación pero es una visita interesantísima.



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lunes, 10 de octubre de 2022

Otoño 2021 – Parte 8: el mar de viñedos de La Rioja y La Rioja Alavesa

Para quienes no lo han visto con anterioridad existe una inevitable cara de sorpresa al ver por primera vez un viñedo en Otoño. Podría deberse a no ser la vid una planta especialmente asociada con esta estación, un mérito que se llevan inmerecidamente los bosques de hoya caduca: hayedos, robledales, abedules… pero al hacerlo se infravalora la belleza de los mares de viñedos entre sus hojas amarillas, ocres, naranjas y rojas.

La primera vez que que me encontré con los viñedos en Otoño, hace ya unos años en la Rioja, aluciné (también me avergoncé un poco, todo sea dicho, de mi desconocimiento), al ver las infinitas extensiones de viñedos vistiendo al paisaje de gala. Debía, por lo tanto, volver en algún momento y que mejor que aprovechar ese viaje sin rumbo del Otoño de 2021 (que cuento ahora, comenzando ya el Otoño de 2022) siguiendo el cauce del Ebro entre La Rioja y la Rioja Alavesa.

Viajé sin rumbo ni recorrido fijo, me adentré en carreteras estrechas entre viñedos buscando sus mejores ángulos. Solo seguía las ondulaciones del terreno y me dejé engatusar por la luz, esa luz de cielos casi imberbes de nubes que hacían resaltar los colores con toda su intensidad.

Porque a mi me gustan los atardeceres y los amaneceres como al que más, pero en el Otoño me fascina hacer fotos con ese sol de día que demuestra que no hay trampa ni cartón y que los colores no son frutos del filtro de las horas doradas.

Sería incapaz de repetir el recorrido, porque fue como todo el viaje, caótico, con idas y venidas, con suposiciones de que quizás allí arriba hubiera buenas vistas. Y una vez allí, quizás un poco más allí. Y luego puede que un poco más allá… Sé que en algún momento dejé Laguardia de lado y que descubrí sin saberlo la arquitectura calatrávica de Ysios, pero sería incapaz de identificar muchas más cosas. No podría importarme menos.

Porque seguí circulando por esas carreteras hasta que el sol se cansó y dijo que ya bastaba… y yo que apenas había parado para comer un pequeño bocadillo, me quejé ajeno al cansancio. No hizo caso a mis súplicas de niño consentido, obviamente y me resigné y acepté que el día, parte de esa época en que cada día menguan un poco más, había sido de diez y enamorado de la vida y embriagado de colores lo dejé marchar.

Si no lo habéis visto antes… no lo dudéis, regalaos un par de días de recorrer la zona quizás con más calma que yo. El paisaje de toda la zona ya es de por si bonito pero en esta época es simplemente maravilloso.

Gracias a mi querida Elena Aranoa, que me acogió en Logroño, me llevó de pintxos y me dio un montón de indicaciones para saber por donde perderme.

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